martes, 15 de noviembre de 2011

Antonia & Nepo(Muceno), por Núria Preminger



Cierro la puerta del taxi y es como si me metiera en un plató de  Almodóvar.

Qué flipe; no falta detalle. Tapicería de polipiel atigrada, alfombrillas que parecen sacadas de un catálogo de Agata Ruiz de la Prada. Plafones en los respaldos. Esta tía está zumbada o es una cachonda increíble. No sé si tendré tiempo de repasarlo todo.

- ¿A dónde?
- A la tele, por favor.
- La de Sant Cugat, verdad?
- No, a la otra que está más cerca.
- Esa no la veo nunca; no se entiende nada…

Dejo pasar el comentario y me pongo las gafas. Todo ésto hay que examinarlo con mucho detenimiento. Me concentro en el plafón del respaldo del asiento que tengo delante.  

¿Qué serán todas esas cruces?

Me acerco más.

Pero si son necrológicas de periódicos!

Cada una está recortada y pegada formando un gran mosaico en blanco y negro. Me doy cuenta que están colocadas por orden alfabético de difunto. Leo los nombres. Todos son hombres. De momento no pregunto y me paso al plafón de la derecha, detrás del asiento del copiloto. Más recortes, pero esta vez de un cariz distinto.

Qué pasada! Todas esas chicas están en pelotas!

Esto me lleva a pensar que mi marido me comentó hace poco que le parecía que los periódicos habían dejado de publicar anuncios de líneas eróticas.  Pero las fechas de este collage lo desmienten.

Ya estamos llegando al Corte Inglés de la Diagonal. Queda poco tiempo y me corroe la curiosidad.    Fijo la mirada en el retrovisor.

Por dios, qué fea es esta mujer!

-Veo que es Vd. una artista.
-Se hace lo que se puede.
-¿Y, cómo elige Vd. los temas?
-Yo no elijo nada. A mi las esquelas me han gustado desde que era una cría.
-¿Sólo las de hombres?
-Claro.  No voy a poner mujeres. Los toreros son hombres.

Aquí me ha pillado.

-¿Quiere decir que las esquelas que tiene aquí son todas de toreros?
-Pues claro. No iba a colgar las de sastres!
-Debe ser muy aficionada a los toros, verdad?
-Qué va!  Como me va a gustar algo tan salvaje?
-¿Entonces?
-¿Vd se ha enamorado alguna vez? – me mira a través del espejo con esos ojos que parecen estar montados uno encima del otro.
-Claro, alguna vez.
-Pues yo solo he querido a un hombre en mi vida y era torero. Torero de segunda. A mí eso no me iba, pero como me quería tanto y era tan fogoso, pues compensaba. Cuando se marchaba a la plaza, yo me quedaba colgada pensando en lo que acabábamos de hacer y soñaba con lo que haríamos cuando acabase la corrida.
No sabe lo contenta que me puse cuando empecé a oir que acabarían con la fiesta.
-¿Y, qué pasó?
-Que los toros siguieron, pero a él le echaron. Y le pasó lo que a ese tío tan antiguo que se quedó sin fuerza cuando le cortaron la melena. Mi Nepo – se llama Nepomuceno- se quedó hecho polvo y se acabaron los polvos.
-Pero eso no dura siempre; seguro que con el tiempo volvió a ser el de antes.
-La verdad es que no lo sé. Le cogió el bajón – la depresión – y se me fue sin avisar.
Desde entonces,  cada día repaso las esquelas y cuelgo aquí las mejores.  Algún día aparecerá la de Nepo.

Ya estábamos llegando.

-¿Y, los anuncios eróticos?
-Ahh, eso no tiene nada que ver con mi Nepo.  Represento a esas chicas. Lo del taxi está jodido y así me saco unas perras de más. 

1 comentario:

  1. ¡Nuri! Me encantan tus "habilidades": pocas y jugosas palabras. Este cuento me hace sentir como tu dices: es como si me metiera en un plató de Almodóvar....ando imaginando la "tía"....¿rubia o morena? ¿años?
    Abrazos y ya me he puesto de "seguidora" de este blog. Abrazos y saludos a Ariel!

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